En este último tiempo se ha venido hablando del uso de imágenes satelitales para evaluar el riesgo en el arbolado urbano lo cual ha ganado popularidad debido a su capacidad para ofrecer una visión amplia y rápida del estado de los árboles en las ciudades. Según se indica, estas herramientas tecnológicas permiten identificar patrones de deterioro, enfermedades y otros factores de riesgo que podrían comprometer la seguridad de las áreas urbanas. Sin embargo, esta creciente dependencia nos ha generado preocupaciones significativas, particularmente en relación con su uso indiscriminado y la posibilidad de que derive en decisiones equivocadas, como la tala masiva de árboles.

Si bien las imágenes satelitales son útiles, no siempre proporcionan una visión precisa y detallada del estado real de los árboles. La interpretación errónea de los parámetros puede llevar a catalogar árboles sanos como riesgosos y viceversa. Esto es especialmente preocupante en un contexto donde la gestión del arbolado urbano debe ser realizada con cuidado y equilibrio, considerando tanto la seguridad de los ciudadanos como la preservación del entorno natural, ese que lamentablemente se ve cada vez más mermado.

Por ello, es fundamental que la evaluación de los árboles en riesgo se complemente con un análisis en terreno realizado por profesionales capacitados en arbolado urbano. Solo estos expertos pueden diagnosticar de manera efectiva la salud de los árboles, tomando en cuenta factores que las imágenes satelitales no pueden captar, como las condiciones del suelo, la estructura interna del árbol y su interacción con el entorno, entre otras.

Además, es urgente establecer una normativa legal integral que aborde la gestión del arbolado urbano de manera adecuada. Actualmente, el Proyecto de Ley de Arbolado Urbano e Infraestructura Verde está en discusión en el Congreso, pero la falta de celeridad en su tramitación es preocupante. Este marco legal es esencial para regular el uso de tecnologías como las imágenes satelitales y garantizar que cualquier decisión sobre el arbolado urbano esté respaldada por evaluaciones exhaustivas y basadas en evidencia científica, evitando así la pérdida innecesaria de árboles que son vitales para la salud ambiental de nuestras ciudades.

En resumen, si bien las imágenes satelitales pueden representar una herramienta valiosa para la gestión del arbolado urbano, es crucial que su uso se haga de manera responsable y complementado con evaluaciones en terreno por parte de expertos. Al mismo tiempo, es necesario avanzar con urgencia en la implementación de un marco legal que garantice la protección y manejo adecuado de nuestro patrimonio arbóreo.